CONSIDERACIONES ANATÓMICAS

1.1 Anatomía clínica de la columna cervical
El sistema nervioso está íntimamente relacionado con los huesos que le proporcionan protección. De hecho la región de éste sistema que está contenida en el estuche óseo formado por columna vertebral y cráneo ha sido denominada convencionalmente como Sistema Nervioso Central. Por otro lado aquella región que queda afuera de éste estuche óseo se denomina Sistema Nervioso Periférico.



La columna vertebral está compuesta por 33 vértebras sus respectivos discos intervertebrales, además de ligamentos y masas musculo tendinosas que conectan y sostienen éstas estructuras. Se extiende desde la base del cráneo hasta el cóccix y su longitud es variable según el grado de sus curvaturas y la talla de la persona (70 cm. en hombres y 60 cm. en mujeres, aproximadamente). Su longitud va disminuyendo con la edad debido a la reducción del grosor de los discos intervertebrales y a la exageración de las curvaturas, especialmente en la región torácica. 


La estabilidad de la columna vertebral es proporcionada por la forma y fortaleza de las vértebras individuales y por los discos intervertebrales. La zona más débil de la columna vertebral es la región cervical, ya que transporta poco peso y depende mucho de la forma de aplicación de la fuerza.

Las vértebras se reparten en 5 regiones: cervical, torácica, lumbar, sacra y coccígea. Según esto, cada vértebra lleva el nombre de la región a que pertenecen. Ellas son: 7 vértebras cervicales (C1 a C7) 12 vértebras torácicas (T1 a T12) 5 vértebras lumbares (L1 a L5) 5 vértebras sacras (S1 a S5) 3 a 5 vértebras coccígeas (Co1 a Co5) Las vértebras sacras y coccígeas están fusionadas y forman respectivamente el sacro y el cóccix.

Las vértebras de cada región presentan una morfología especial, sin embargo pueden apreciarse componentes básicos en ellas: • Cuerpo Vertebral • Arco Vertebral • Procesos Vertebrales • Foramen o agujero Vertebral

(1) Cuerpo Vertebral Forma una masa ósea cilíndrica de ubicación anterior. Los cuerpos de vértebras adyacentes están unidos por discos intervertebrales. Su función es soportar el peso. Las superficies anterior y lateral son cóncavas de arriba abajo y tienen orificios vasculares. La superficie posterior forma la pared anterior del agujero vertebral. Las superficies superior e inferior son rugosas por la inserción de los discos intervertebrales y existe una marca que deja el núcleo pulposo. El tamaño creciente de los cuerpos vertebrales de arriba hacia abajo se relaciona con la fuerza y peso que sostiene cada segmento. 

(2) Arco Vertebral El arco vertebral emerge de la región posterolateral del cuerpo y consta de dos pedículos y dos láminas. Junto al cuerpo vertebral, forma el agujero vertebral, y la sucesión de estos últimos forma el canal vertebral, éste protege a la médula espinal de traumatismos. Los pedículos son procesos gruesos y cortos que se proyectan posteriormente desde su origen en la región posterolateral superior del cuerpo vertebral. Presentan una escotadura superior e inferior en los bordes respectivos (escotadura vertebral superior e inferior), cuya sucesión con escotaduras de vértebras adyacentes originan los agujeros intervertebrales. Este agujero está en relación anteroinferiormente con los discos intervertebrales, por el pasan los nervios raquídeos y vasos sanguíneos de la médula espinal. Las láminas son dos placas planas y anchas que se proyectan posteromedialmente desde su unión con el correspondiente pedículo. Se unen en el plano medio y originan el proceso espinoso. En ambas uniones pedículo-lámina surge un proceso transverso de orientación posterolateral y dos procesos articulares de orientación superior e inferior. Se denomina laminectomía al procedimiento quirúrgico de remoción de una o más láminas con el fin de acceder al contenido del canal vertebral, por ejemplo, extirpación de un tumor medular.

(3) Procesos Vertebrales Una vértebra típica suele tener siete procesos. Pueden funcionar como palanca y proporcionar inserción para músculos y ligamentos, o formar parte de una articulación. Proceso Espinoso (uno por vértebra): se proyectan posteroinferiormente en el plano medio de forma variable según la zona. Se forma en la unión de ambas láminas. Proporciona inserción para varios músculos y para los ligamentos supraespinoso e infraespinoso. Proceso Transverso (dos por vértebra: derecho e izquierdo): Se dirigen posterolateralmente desde su sitio de origen en la unión pedículo-lámina. Son un sitio de inserción de varios músculos y del ligamento intertransverso. En la región torácica se observan carillas articulares para las costillas. Proceso Articular (cuatro por vértebra: dos superiores y dos inferiores): Surgen en la unión del pedículo y la lámina.. Cada proceso articular tiene una faceta o carilla que se articula con la faceta de la vértebra adyacente formando así la articulación facetaria. 

(4) Canal Vertebral La superficie posterior del cuerpo vertebral y el arco vertebral conforman el agujero vertebral. La sucesión de estos últimos y el ligamento amarillo forman el canal vertebral a lo largo de toda la columna vertebral. En él se alojan la médula espinal, las raíces anteriores y posteriores de los nervios espinales, meninges, arterias y venas.



CURVATURAS DE LA COLUMNA VERTEBRAL: En la etapa embrionaria, la columna vertebral sólo presenta una convexidad posterior. Durante los períodos pre y post natal, las regiones cervical y lumbar adquieren una concavidad posterior, lo que completa un total de 4 curvaturas anteroposteriores. 

Las 2 convexidades posteriores, torácica y sacra, conforman las curvaturas primarias. Ya están presentes en el neonato y su movilidad es limitada debido su relación anatómica con las costillas y la pelvis. Las dos convexidades anteriores, cervical y lumbar, conforman las curvaturas secundarias. Alcanzan su desarrollo después del nacimiento, y al no relacionarse con otras estructuras óseas su movilidad es mayor. La curvatura cervical se acentúa cuando el niño logra mantener la cabeza erecta, alrededor del tercer mes. La curvatura lumbar se acentúa cuando el niño logra sostenerse de pie y caminar, alrededor del noveno mes. Las curvaturas secundarias son compensatorias a las primarias para permitir una postura erecta y su alternancia permite la absorción de sacudidas verticales. La curvatura cervical es poco marcada y desaparece con la flexión del cuello. La curvatura lumbar es más pronunciada y se proyecta a la pared anterior del abdomen a nivel del ombligo (L3-L4). El hecho de ser diestro o zurdo crea una tracción desigual en los músculos de la espalda, por lo que suelen observarse pequeñas desviaciones laterales de la columna vertebral.

Existen curvaturas anormales de la columna vertebral: La xifosis es una exageración de una curvatura primaria. Se observa con más frecuencia en la región torácica. La hiperlordosis es una exageración de una curvatura secundaria. Ocurre con más frecuencia en la región lumbar y se presenta esporádicamente en las embarazadas. La escoliosis es la formación de una curvatura lateral en la columna vertebral. Constituye el tipo de curvatura anormal más frecuente (0.5% de la población), siendo más común en mujeres. Puede deberse al crecimiento desigual de la hemivértebra de uno o más niveles.



CARACTERISTICAS REGIONALES DE LAS VERTEBRAS
Existen diferencias de tamaño, forma y características regionales entre las vértebras de cada área de la columna vertebral. Se describirán: las vértebras cervicales, torácicas y lumbares, el sacro y el cóccix. • Vértebras Cervicales Se denominan vértebras cervicales típicas a C3, C4, C5 y C6, y vértebras cervicales atípicas al atlas (C1), axis (C2) y vértebra prominente (C7). Atlas: Esta vértebra sostiene el cráneo. Carece de cuerpo y es un anillo constituido por los arcos anterior y posterior, y por dos masas laterales. El arco anterior posee en la línea media un tubérculo anterior y una carilla articular posterior para el diente del axis. En el tubérculo anterior se insertan los músculos largos del cuello. El arco posterior es más curvo y posee un proceso espinoso rudimentario (tubérculo posterior) que presta inserción al ligamento de la nuca y a ambos músculos recto posterior menor de la cabeza. Posterior a cada carilla articular superior está el surco para la arteria vertebral.


El primer nervio cervical abandona el canal vertebral por este surco, entre la arteria y el hueso. Las masas laterales contienen las carillas articulares superiores e inferiores y los procesos transversos. Las carillas articulares superiores son cóncavas, ovoideas y poco profundas; se dirigen superomedialmente para adaptarse a los cóndilos occipitales, con los cuales conforma las articulaciones atlantooccipitales. Estas articulaciones permiten el movimiento de flexión de la cabeza. Las carillas articulares inferiores son más circulares, ligeramente cóncavas y dirigidas inferomedialmente para articularse con las carillas articulares superiores del axis. Los procesos transversos se proyectan externamente y poseen un extremo libre bituberoso. Contienen un agujero para la arteria vertebral (agujero transverso) y cumplen un rol fundamental en la estabilidad y rotación de la cabeza ya que proporcionan inserción a diversos músculos que participan en este movimiento. Los procesos transversos pueden llegar a palparse entre los ángulos mandibulares y las apófisis mastoides. Axis: Se denomina así a la segunda vértebra cervical (C2), la más fuerte de ellas. Posee una apófisis con forma de diente que se proyecta superiormente desde el cuerpo: la apófisis odontoides o diente. Esta estructura corresponde al cuerpo disociado del atlas que se ha unido al axis, formando un eje sobre el cual el atlas y el cráneo pueden rotar. Su superficie anterior presenta una carilla oval que se articula con la carilla articular del arco anterior del atlas. En su superficie posterior tiene una carilla articular que está separada del ligamento transverso del atlas por una bursa. 

El cuerpo tiene una proyección inferior que cubre el borde anterosuperior de C3. En la superficie anterior se observan dos depresiones que son ocupadas por los músculos largos del cuello. La membrana tectoria y el ligamento longitudinal posterior se fijan al borde posteroinferior del cuerpo. Los pedículos y láminas son gruesos y fuertes, al igual que el proceso espinoso que se presenta bífido. El agujero vertebral no es tan grande como el del atlas. Lateralmente al cuerpo se originan los procesos articulares superior e inferior y los procesos transversos. Las facetas superiores son amplias, relativamente convexas y orientadas superolateralmente; transmiten el peso de la cabeza al cuerpo de C2. Los agujeros transversos se orientan superolateralmente para facilitar el paso de las arterias vertebrales hacia cefálico. Vértebras típicas C3 - C6 Existen elementos anatómicos típicos en estas vértebras: (1) Un agujero transverso en cada proceso transverso. Este agujero está delimitado por dos bandas óseas que finalizan en los tubérculos anterior y posterior, y que se unen por la barra costotransversa. Sólo la porción medial de la barra posterior conforma el proceso transverso; las barras anterior y costotransversa y la porción lateral de la barra posterior conforman el elemento costal que puede estar ampliamente desarrollado en C6 y/o C7, formando las costillas cervicales supernumerarias




1.2 Anatomía clínica de craneal






El cráneo es la estructura ósea más compleja del esqueleto, envuelve estructuras delicadas del Sistema Nervioso.
El cráneo es la estructura ósea más compleja del esqueleto, envuelve estructuras delicadas del Sistema Nervioso tales como el cerebro, cerebelo, tronco encefálico y los órganos de los sentidos especiales (visión, audición, olfato y gusto); además, contiene los orificios de entrada de los aparatos respiratorio y digestivo. En el cráneo en posición anatómica, el borde inferior de la órbita y el borde superior del orificio auditivo externo se encuentran en un mismo plano (plano metaorbitario o de Frankfurt). La porción superior del cráneo con forma de caja se denomina bóveda del cráneo; el resto del cráneo (maxilar superior, órbitas, cavidades nasales) forma el esqueleto de la cara. La porción superior de la bóveda craneal se denomina calota craneal. La cara inferior del cráneo se llama base del cráneo. El cráneo suele ser más delgado en niños y mujeres que en ancianos y hombres.


Existe un mayor grado de adelgazamiento en regiones protegidas por musculatura. Gran parte de los huesos de la bóveda craneal están compuestos huesos planos que tienen una tabla interna y otra externa, separadas por el diploe. Este último es hueso esponjoso que se caracteriza por contener médula ósea y poseer los conductos diploicos que contienen las venas diploicas. Cara anterior del cráneo . La cara anterior o facial del cráneo comprende la porción anterior de la bóveda craneal en el plano superior y el esqueleto de la cara en el plano inferior. Se divide en cinco regiones: frontal, orbitaria, maxilar, nasal y mandibular. Destacan: (1) la frente formada por el hueso frontal (2) las órbitas (3) las prominencias de las mejillas formadas por los huesos cigomáticos (4) las aperturas nasales anteriores (aperturas piriformes) que se abren a las cavidades nasales (5) los maxilares superiores (6) la mandíbula (maxilar inferior). Cara posterior del cráneo Esta cara tiene contorno redondo u ovalado y está formada por los dos huesos parietales y el hueso occipital. Lateralmente se conecta con la porción mastoidea de los huesos temporales. Destaca el polo posterior u occipucio, también llamado área occipital. La protuberancia occipital externa es una proyección mediana que se puede palpar en el extremo superior del surco medio de la cara posterior del cuello.

Desde esta protuberancia hasta los procesos mastoides de los huesos temporales se extienden las líneas nucales superiores, las cuales son el límite superior de la cara posterior del cuello. En la cara posterior del cráneo también se observan las suturas lambdoideas y la porción posterior de la sutura sagital; el punto de conjunción de ambas se denomina lambda y se utiliza para medir el cráneo. También destaca en esta cara craneal el borde posterior de la rama mandíbular. Cara superior del cráneo Esta cara se ensancha posteriormente a través de las eminencias parietales. El límite anterior está dado por los arcos superciliares del hueso frontal. En el plano lateral se encuentran los arcos cigomáticos. Estos cuatro huesos se contactan mediante suturas de conexión: ambos parietales se unen por la sutura sagital; el hueso frontal se conecta con el parietal por la sutura coronal; ambos parietales se unen al occipital por la sutura lambdoidea. 

La intersección entre las suturas sagital y coronal se denomina bregma y se utiliza como referencia para medir el cráneo. La porción más superior del cráneo o vértice está cercano al centro de la sutura sagital. A cada lado de la sutura sagital hay orificios parietales que permite el paso a venas emisarias que comunican el seno sagital superior con las venas del diploe y del cuero cabelludo. Cara lateral del cráneo Visto lateralmente el cráneo consta de dos partes, la bóveda craneal ovoidal y voluminosa, y el esqueleto facial de menor tamaño; ambas partes están unidas por el hueso cigomático. Se observan porciones de las suturas entre los huesos frontal, parietal, esfenoides y temporal, y de las suturas entre los huesos faciales como el nasal, lagrimal, maxilar y etmoides. También se aprecia la mandíbula, la articulación temporomandibular, conducto auditivo externo, hueso y arco cigomático y el proceso mastoides. Este último se proyecta anteroinferiormente, medialmente al pabellón auricular externo donde se palpa fácilmente. El proceso mastoides no está presente en el neonato y su desarrollo es escaso durante la infancia; en la adolescencia aumenta de tamaño y proporciona inserción al músculo esternocleidomastoideo. 

Las líneas temporales superior e inferior se extienden desde el hueso frontal en las cercanías de la sutura frontocigomática hasta la región que está por sobre el proceso mastoides. En la línea temporal superior se inserta la fascia temporal, mientras en la inferior se inserta el borde superior del músculo temporal. Este músculo ocupa gran parte de la fosa temporal, limitada superiormente por la línea temporal superior e inferiormente por la cresta infratemporal que separa el ala mayor del esfenoides del proceso pterigoides. El pterion se sitúa en la fosa temporal y representa el sitio donde se articulan los huesos frontal, parietal, temporal y esfenoides, y cuyas suturas forman una H que semeja un ala (pterion, del griego: ala). Esta región puede ubicarse a unos 3 cm. por detrás de la sutura frontocigomática (palpable como una pequeña cresta) y a 4 cm. por encima del arco cigomático. El pterion es un punto de referencia quirúrgico importante ya que la rama anterior de la arteria meníngea media incluida entre las hojas de la duramadre se aloja en un surco óseo de la cara interna de esta región. Es en el pterion donde esta arteria es más propensa al desgarro debido a la vulnerabilidad de esta región a la fractura de cualquiera de sus componentes.

El techo óseo que a veces se forma en el profundo surco donde está la arteria y su vena satélite predispone aún más al desgarro. El sangramiento resultante (hemorragia extradural) aumenta la presión intracraneal y el coágulo en formación ejerce presión local sobre la corteza cerebral subyacente. La sangre también puede pasar lateralmente a través de la línea de fractura y formar un pequeño engrosamiento bajo el músculo temporal. El pterion también sirve de referencia para ubicar la cara inferior del lóbulo frontal, trazando una línea oblicua desde la sutura frontocigomática hasta el pterion. Cara interna de la base del cráneo . Cuando se retira la bóveda del cráneo y se observa la cara interna de la base del cráneo se ve que de delante a atrás tenemos los huesos: frontal, etmoides, esfenoides temporal y occipital. Para su estudio la base del craneo se divide en tres fosas denominadas anterior , media y posterior. 

La fosa anterior alberga la cara orbitaria del lóbulo frontal del cerebro. Está formada por parte de los huesos frontal, etmoides y ala menor del esfenoides. En la linea media la apófisis crista galli del etmoides sirve de zona de inserción del extremo anterior de la hoz del cerebro. A ambos lados de la crista galli se observa una zona acanalada formada por la lámina cribosa del etmoides cuyos múltiples orificios son atravesados por los filetes olfatorios que transcurren desde la mucosa nasal hasta el bulbo olfatorio. En el límite posterior de ésta fosa se encuentra el ala menor del esfenoides que la separa de la fosa media. La fosa craneana media alberga el lóbulo temporal del cerebro. En la linea media encontramos el cuerpo del esfenoides que tiene la fosa pituitaria o silla turca en la cual se aloja la glándula hipófisis o pituitaria. Inmediatamente lateral se encuentra el seno cavernoso, más lateralmente encontramos las alas mayores del esfenoides, la porción escamosa y petrosa del hueso tempotal. Los siguiente son los principales puntos de reparo oseo en relación al sistema nervioso: (Fig.7) Fisura orbital superior, por ella transcurren los nervios óculomotor, troclear, abducente, oftálmico del trigémino, vena oftálmica . Foramen redondo, para el nervio maxilar del trigémino Foramen oval, para el nervio mandibular del trigémino, arteria meningea accesoria, nervio petroso menor. Foramen espinoso, para la arteria meningea media ,y rama meníngea del nervio mandibular. Foramen lacerum sellado por cartílago, inmediatamente superior a el está el canal carotídeo para la carótida interna y el plexo simpático pericarotídeo La fosa craneana postrior es la más profunda, alberga al cerebelo, la protuberancia y el bulbo raquídeo. Está limitada anteriormente por el dorsum sellae del esfenoides y lámina basilar del occipital. Lateralmente el borde superior del peñasco del temporal es el límite entre la fosa posterior y la fosa media. Gran parte de la fosa posterior está formada por el hueso occipital.

Los principales detalles anatómicos de esta fosa son los siguientes: Meato auditivo interno, para los nervios facial, vestíbulo-coclear y arteria laberíntica. Forámen yugular, para los nervios glosogaringeo, vago, accesorio, arteria meningea posterior, seno sigmoídeo, seno petroso inferior, vena yugular interna. Canal hipogloso, para el nervio hipogloso. Forámen magnum, para el bulbo raquídeo, meninges, arteria vertebral y raíces espinales del accesorio. Cara inferior de la base del cráneo La cara exocraneana de la base del cráneo puede dividirse en tres zonas, una anterior,una media y una posterior. La zona anterior está formada por el paladar duro y arco alveolar del maxilar superior . La zona media se extiende desde las coanas o apertura posterior d las fosas nasales hasta el borde anterior del agujero magno. La zona posterior se extiende desde el agujero magno hasta la linea nucal superior. Los principales detalles anatómicos de la cara inferior de la base del cráneo son: Fosa y canal incisivo, para ramas del nervio nasopalatino y de la arteria esfenopalatina. Forámen y canal palatino mayor, para los nervios y arteria palatina mayor. Forámen palatino menor, para los vasos y nervios del mismo nombre. Los forámenes lacerum, oval, espinoso, canal carotídeo, forámen yugular, canal hipogloso y agujero magno que también se ven en ésta cara contienen los mismos elementos mencionados un poco mas arriba. Forámen estilomastoídeo, para el nervio facial, y la rama estilomastoídea de la arteria auricular posterior.



1.3 Anatomía clínica de la articulación temporomandibular



Las dos ATM forman una articulación funcional multilateral, unidas por el maxilar inferior. Desde el punto de vista funcional, existen dos articulaciones dentro de cada articulación temporomandibular; una superior y otra inferior, divididas por un menisco interpuesto entre ambas. 

La ATM superior se lleva a cabo entre la cavidad glenoidea del hueso temporal, la eminencia articular y el menisco. Es una articulación de deslizamiento, en la que sólo existe movimiento translatorio de la misma. 

La ATM inferior es una articulación giratoria, con movimientos de rotación (aunque se prefiere hablar de movimientos de rodamiento, ya que ese es el movimiento de una esfera en un plano). La ATM se diferencia de las demás articulaciones en que sus superficies articulares no están cubiertas por cartílago hialino; están cubiertan por una capa de tejido fibrocartilaginoso, capaz de soportar presión (lo que explica por qué es avascular). Tampoco presenta inervación, lo que indica que es un tejido que se adapta bien a las compresiones. El techo de la cavidad glenoidea temporal es muy delgado, por lo que esta zona no resiste la presión, y que el cóndilo no se articula en él. El fibrocartílago que tapiza el vientre posterior de la eminencia articular es duro y firme; éste representa el tejido fibroso adaptado a las presiones funcionales de la articulación temporomandibular. 





Cóndilo mandibular
El cóndilo mandibular tiene cabeza y cuello. La cabeza es convexa en todos sentidos, especialmente en sentido anteroposterior. Su superficie superior es la que articula con el temporal. Su eje longitudinal es perpendicular a la rama mandibular.

Cavidad glenoidea 
La porción temporal de la ATM está compuesta por la parte escamosa de dicho hueso, que tiene una cavidad en la parte posterior y una eminencia articular, en la anterior. La cavidad glenoidea es cóncava tanto en sentido transversal como en sentido anteroposterior, mientras que le eminencia articular es cóncava en ambos sentidos. Desde el punto de vista funcional, la cavidad mandibular o glenoidea, solo sirve de receptáculo para el cóndilo. La parte superior está constituida por la superficie cóncava superior del menisco interarticular y el cóndilo de la mandíbula. Funcionalmente, las articulaciones en general, tienen superficies correspondientes (cóncavo-convexas) pero es posible observar que en la ATM esta correspondencia no existe ya que el cóndilo mandibular, que es convexo en todos sentidos, se relaciona con la eminencia articular que es convexa también en dos sentidos. Es por esta razón que se hace imprescindible la presencia de un disco interarticular que haga congruentes ambas superficies, el menisco. De esta forma, el menisco, además de dividir la ATM en una porción superior y otra inferior, crea superficies de manera que hace congruente la articulación (así, la eminencia articular y el cóndilo mandibular se relacionan con las respectivas caras del menisco).





Eminencia articular 
La eminencia articular es el tubérculo del hueso temporal que forma el limite anterior de la cavidad glenoidea; es convexa en sentido anteroposterior. El cóndilo mandibular y el menisco, se mueven delante de la eminencia articular cuando la apertura bucal es normal. Su forma previene la luxación y la subluxación de la ATM.

Menisco interarticular
El menisco es una placa oval de fibrocartílago que divide la ATM en una mitad superior y otra inferior. En su parte central es más delgado que en sus márgenes, donde el tejido fibroso es más denso (lo que indica que esta es una zona donde se aplica presión). La parte central del menisco está entre las superficies articulares que soportan presión en la articulación (cabeza del cóndilo y la eminencia articular), siendo esta parte avascular y sin inervación. El disco se inserta en los bordes laterales rugosos del cóndilo y de la superficie posterior de la eminencia. Esta inserción es independiente de la cápsula, permitiendo que el menisco se mueva junto con el cóndilo. Hacia atrás, el menisco es más blando y se continua con una zona de tejido laxo vascularizado llamado almohadilla retrodiscal. Por delante, el menisco se conecta con la cápsula, en el punto donde las fibras del haz superior del músculo pterigoideo externo se insertan a través de la cápsula, en su borde anterior. Básicamente, el menisco estabiliza al cóndilo en reposo, nivelando las superficies dispares del cóndilo y la cavidad glenoidea. Actúa también como amortiguador de de presión en las áreas de contacto de la articulación, en los movimientos de deslizamiento cuando el cóndilo se mueve. También, el menisco ayuda a evitar el desgaste que se produce en los movimientos de translación (rodamiento y deslizamiento) de las superficies articulares de la ATM. Otra función que cumple el menisco, es la de regular los movimientos condilares, ya que las partes anterior y posterior contienen terminaciones nerviosas libres llamadas corpúsculos de Ruffini (sensibles al dolor). Por último, el menisco también desempeña un papel en la lubricación le la ATM. En la ATM normal, el menisco se mueve hacia delante, en armonía con el cóndilo.

Cápsula articular 
La cápsula articular de la ATM es una cápsula fibrosa que se inserta en el temporal (en la parte media y lateral de la cavidad glenoidea llegando hasta la eminencia articular) y en la mandíbula (cuello del cóndilo). La cápsula es laxa en su parte anterior media y posterior, pero lateralmente está reforzada por el ligamento temporomandibular, que la tensa. La membrana sinovial tapiza la cápsula de la ATM y los bordes del menisco y es abundante en los sectores vascularizados e inervados de de la superficie superior e inferior de la almohadilla retrodiscal. Las regiones que soportan presión en la articulación no están cubiertas por sinovial; éstas son las superficies articulantes; en especial, el vientre posterior de la eminencia articular, las superficies articulantes del cóndilo y las áreas del menisco que soportan presión.

Ligamentos de la ATM
Ligamento temporomandibular: Es el medio de unión más importante y se dispone por fuera de la cápsula fibrosa, insertándose por encima de la tuberosidad zigomática para terminar en la cara posterointerna del cuello del cóndilo mandibular. Se considera como ligamento colateral, ya que sus fibras están orientadas de tal manera que en todo movimiento mandibular, siempre se mantiene en un estado intermedio entre tenso y relajado, por lo que este ligamento no restringe el movimiento de la ATM, dando estabilidad a la articulación. 

-Ligamento esfenomandibular: Es una banda de tejido fibroso que une las apófisis pterigoides del esfenoides con la mandíbula por su parte interna. 

- Ligamento estilomandibular: Es una banda fibrosa que une la apófisis estiloides del temporal con la mandíbula, bajo la inserción del ligamento esfenomandibular. Los dos últimos ligamentos son considerados accesorios por naturaleza, ya que no tienen función aparente ni influencia sobre la ATM; sin embargo, se dice que el ligamento esfenomandibular tiene mucha relación con el movimiento de la articulación.

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